El Incendio del Borgo (Final)

     El Incendio del Borgo es una pintura creada en el 1514 como un proyecto para una Estancia del Vaticano por orden del papa León X. La obra fue encargada a Rafaello Sanzio en el año 1514. Es una pintura que presenta simbologías de la historia del arte y la arquitectura en el mundo occidental. La obra parece estar dividida en dos instancias, presentando el mundo clásico, gótico y renacentista. 

    En la primera parte se observa como los edificios que representan el mundo clásico están quemándose, apreciándose la desesperación de las personas. Se puede observar a un joven que tiene encima a un anciano haciendo referencia a Eneas de Troya. Una figura que llama la atención es la de un hombre desnudo que se está aguantado de un edificio clásico tratando de bajarse del muro. Esta es la única figura humana donde los músculos son bien pronunciados, a propósito, el pintor quiso hacer los músculos como Miguel Ángel pintaba como burla a su trabajo. También se puede observar a un grupo de personas persistentes en apagar el fuego. 

En la segunda parte se puede observar un número menor de personas que en la primera parte, pero con la misma preocupación. Estos se arrodillan a orar hacia la basílica de San Pedro donde se encuentra el papa. El papa es ubicado en el centro de la pintura, lo que es el punto focal. Se puede observar cómo en su lado izquierdo se encuentra la antigua basílica de San Pedro. Este edificio es representativo del gótico, podemos deducir esto al analizar sus tipos de ventanas. Además, para la basílica nueva de San Pedro hubo una unión entre ordenes clásicos y ventanas góticas. 

En la primera parte de la pintura se puede entender que logran recrear el mundo clásico, pero con un tono como si estuviese desvaneciéndose y por eso la simbología del fuego en estos edificios. Las personas que están tratando de apagar el fuego representan a esas personas que se aferran al pasado o al mundo clásico, no innovando nuevas cosas en el arte y la arquitectura. Por consiguientes quienes tratan de escapar representan los que no se quedaron estancados en el mundo clásico y buscan mejorar la arquitectura del pasado. En la segunda parte, la basílica de San Pedro donde está el papa representa la innovación que tuvo Rafaello para desvanecerse en parte de lo clásico y adoptar lo gótico para crear edificios con un nuevo lenguaje arquitectónico que serían parte del mundo renacentista.